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quien debe pagar el curso cap la empresa o el trabajador

El Certificado de Aptitud Profesional (CAP) es un requisito obligatorio para los conductores profesionales de transporte de mercancías y pasajeros en muchos países de la Unión Europea. El curso CAP es necesario tanto para quienes desean acceder a la profesión como para aquellos que deben renovar sus competencias cada cinco años. Una pregunta recurrente en el sector del transporte es: ¿Quién debe pagar el curso de CAP, la empresa o el trabajador?  Este tema ha generado debate entre empresas, sindicatos y los propios conductores.

 ¿Qué es el  Curso CAP?

El curso CAP tiene como objetivo garantizar la seguridad vial y la eficiencia en el transporte. Está diseñado para formar a los conductores en áreas como la conducción eficiente, la normativa de transporte, la seguridad y la prevención de riesgos laborales. En la mayoría de los casos, el CAP inicial tiene una duración de 140 horas, mientras que la renovación, llamada CAP continua, requiere solo 35 horas de formación. Sin el carnet CAP, los conductores no pueden ejercer su profesión de forma legal.

Responsabilidad de la empresa frente a la formación

Argumentos a favor de que la empresa pague el CAP

Algunos argumentan que, dado que el CAP es una herramienta esencial para el desempeño de los conductores profesionales, las empresas deberían asumir el costo de esta formación. En este sentido, varios sindicatos de trabajadores del transporte, como Comisiones Obreras (CCOO), sostienen que la inversión en formación es una responsabilidad corporativa, especialmente porque el curso CAP mejora las habilidades del trabajador, lo que repercute directamente en la productividad y seguridad de la empresa.

Un artículo de El Economista señala que muchas empresas incluyen el CAP como parte de su plan de formación interna para sus empleados, entendiendo que esto contribuye a tener una plantilla más competente y actualizada. Además, en el contexto de la alta demanda de conductores profesionales, las empresas que financian el CAP pueden tener una ventaja competitiva en la retención de talento, dado que atraer a conductores cualificados es cada vez más difícil.

Ventajas para la empresa

Las empresas que invierten en la formación de sus trabajadores también obtienen beneficios fiscales en muchos países de la Unión Europea. Según Expansión, los cursos de formación continua pueden deducirse como gasto en el impuesto sobre sociedades, lo que hace que sea más rentable para las empresas asumir estos costos que transferirlos a los empleados. Además, tener conductores formados y certificados minimiza los riesgos de sanciones por incumplimiento de la normativa.

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¿Debe el trabajador asumir el coste del Curso CAP?

Postura de las empresas

Por otro lado, algunas empresas consideran que el curso CAP es una inversión personal del trabajador, similar a otros cursos profesionales. Según un artículo de Cinco Días, hay empresarios que defienden que los conductores deberían asumir el coste del CAP, ya que les permite mejorar sus perspectivas de empleo y acceder a un mercado laboral muy competitivo. Desde este punto de vista, los trabajadores se beneficiarían directamente de la formación, al ser un requisito indispensable para trabajar en el sector.

Autonomía y flexibilidad del trabajador

Este enfoque también puede dar más autonomía a los conductores, especialmente a aquellos que trabajan como autónomos o freelancers. Para estos profesionales, asumir el precio del exámen CAP les ofrece la libertad de cambiar de empresa o sector sin estar atados a una empresa específica que haya financiado su formación. De esta manera, tienen un mayor control sobre su carrera y sus certificaciones.

Créditos de formación bonificada: Una oportunidad para el desarrollo de los trabajadores a través de FUNDAE

Todas las empresas en España disponen de un crédito anual destinado a la formación de sus trabajadores, el cual es gestionado a través de FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo). Este crédito es financiado mediante aportaciones anuales tanto de la propia empresa como de los trabajadores, además de contar con la cofinanciación del Fondo Social Europeo. Las empresas pueden utilizar este crédito para ofrecer cursos bonificados, mejorando las competencias y habilidades de su plantilla sin incurrir en grandes costes adicionales. Aprovechar estos créditos es una excelente oportunidad para fomentar el desarrollo profesional, aumentar la productividad y mejorar la competitividad en el mercado.

¿Cómo bonificar una formación por FUNDAE?

La formación bonificada es un tipo de crédito concedido por FUNDAE. Este crédito se le concede a las empresas para que formen a sus empleados. Sólo pueden beneficiarse de dicha bonificación empresas españolas. Este crédito es anual y dependerá de lo cotizado en el año anterior y del número de trabajadores. Las Pymes de hasta 5 trabajadores o aquellas empresas que se han creado hace poco, pueden utilizar también un crédito mínimo que concede FUNDAE de 420€. Este crédito puede ser superior si tu empresa tiene más de 5 trabajadores o dependiente de lo cotizado anteriormente.

¿Qué requisitos se deben cumplir?

  • El curso/formación tiene que tener una relación con la actividad de la empresa que los ha contratado.
  • Los trabajadores que vayan hacer esta formación, tienen que estar dados de alta en el régimen general y cotizar por formación profesional . Es decir, no puedes recibir esta formación en el caso de que seas autónomo.
  • Los participantes deben asistir al menos el 75% de la formación para que pueda ser bonificada.
  • La formación tiene que ser obviamente gratuita de cara al trabajador.
  • La empresa tiene que estar al corriente de pago tanto en la Seguridad Social como en Hacienda.

 

CONCLUSIÓN : Una cuestión de negociación

La decisión sobre quién debe pagar el curso CAP no tiene una respuesta única. En muchos casos, dependerá de los acuerdos entre el trabajador y la empresa.

Según un artículo de La Vanguardia, en algunos convenios colectivos del sector del transporte, se estipula que las empresas deben hacerse cargo de la formación de sus empleados, mientras que en otros se deja abierta la posibilidad de que sea el trabajador quien asuma el coste. 

En cualquier caso, es recomendable que ambas partes lleguen a un acuerdo previo, ya que el CAP es un requisito fundamental para el ejercicio de la profesión y su coste puede ser elevado.

En resumen, aunque existe una clara tendencia hacia la asunción de estos costes por parte de las empresas, especialmente en un contexto de escasez de conductores, la realidad varía según el país, el tipo de empresa y la modalidad de empleo del conductor.

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